Ven y conoce la historia de esta familia a través de la vida de un pantalón heredado.
Manoli veía siempre la TV en blanco y negro de su casa familiar del pueblo, donde vivía con su marido Jesús, dedicados a su casa, familia y al campo, junto a sus tres hijos: Joaquín, Junamari y Eustaquio. La película americana de los sábados, dejaba ver a mujeres con vaqueros y esto le llamaba mucho la atención. En un acto de rebeldía de los años 60, a sus 50 años, viajó en bus a Francia y se compró unos vaqueros. En España no era fácil comprarlos y lasmujeres no llevaban pantalones.
Juanamari que seguía la senda transgresora de su madre, a sus 20 años le cogía los vaqueros a su madre, a escondidas, para llevarlos a las fiestas de los pueblos, eran ocasiones especiales y le hacían sentir muy bien. Ya tenía su look pensadísimo con su camisa blanca, bien planchadita. Su madre los había cuidado mucho y la calidad de la prenda era muy buena.
Patricia la sobrina viajera de Juanamari viajó con 20 años a Nueva York y alucinó con la cantidad de vaqueros que había en el mercado de todos los colores, tallas y modelos; pero prefirió gastar los dólares en conocer la macro ciudad. A su vuelta quedó con su tía y le contó ilusionada el viaje; a su tía le encantaba viajar también. Juanamari fue a su armario y sacó los vaqueros de su madre Manoli y se los dio a Patricia. Todas las semanas se ponía los vaqueros para ir a la universidad. Le quedaban super ceñidos y un look total a la moda.
Alai el hijo raper de Patricia es ahora quien viste estos vaqueros. Alai siempre comenta que su ropa dura muy poco y un día su madre dijo: “Te vas a aburrir de una prenda antes de tirarla y subió al trastero a por los vaqueros de la abuela.”
En su recuerdo tienen un pequeño agujero en un bolsillo trasero, de un enganche mientras araba el cereal en plana cosecha.